Qué hacer cuando sufres o eres testigo de una fractura
Todo tipo de fractura (hueso roto) requerirá algún tipo de atención médica. Si no estás seguro de si la herida justifica una visita al servicio de urgencias, siempre es mejor ir sobre seguro y llamar al 911. Es importante obtener atención médica inmediata si la persona herida no responde o no respira, si sangra abundantemente, si los huesos han perforado la piel, si hay signos de entumecimiento o tintes azulados en la piel, o si sospechas que hay una fractura en el cuello, la cabeza o la espalda.
Después de llamar al 911, puedes pasar a realizar la reanimación cardiopulmonar si no hay respiración ni latidos. Aplica presión con cuidado en la zona herida si hay hemorragia. Inmoviliza la zona herida (pero no intentes volver a colocar el hueso roto en su sitio). Utiliza bolsas de hielo para ayudar a reducir la hinchazón y aliviar un poco el dolor.
Tipos de fracturas
Las fracturas pueden ser desde leves hasta graves. Cuando se produce una fractura, suelen aparecer hematomas o hinchazón en la zona lesionada. Las fracturas más graves pueden causar deformidad de la extremidad o que el hueso atraviese la piel. Si notas estas cosas, es importante que busques ayuda enseguida. Los tipos habituales de fracturas son los siguientes
- Fractura en bastón verde – Una fisura en el lateral del hueso que no llega hasta el fondo
- Fractura completa – Un hueso totalmente roto
- Fractura por estrés – Una fractura delgada debida a un uso excesivo del hueso
- Fractura estable – Un hueso roto que apenas está fuera de su sitio y no requiere realineación
- Fractura abierta o compuesta: un hueso roto que atraviesa la piel y causa una herida abierta.
- Fractura transversal – Una fractura con una línea de fractura horizontal
- Fractura oblicua – Una fractura con un patrón en ángulo
- Fractura conminuta – Una fractura que ha roto el hueso en tres o más trozos
Diagnóstico del tipo de fractura
Para determinar eficazmente el tipo de fractura, el médico hablará primero contigo sobre la fractura o el hueso roto y sobre cómo te lo has hecho. A continuación puede realizar una exploración física de la herida junto con pruebas de diagnóstico por imagen. El lugar donde se produjo la fractura y si se trata de una fractura leve o grave determinarán el tipo de pruebas que se administren.
Las radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas son pruebas de imagen habituales que se harán para generar una imagen precisa de la fractura. La radiografía se utiliza para determinar la localización exacta y el tipo de fractura que tienes. En algunos casos, una radiografía no será suficiente y puede administrarse una tomografía computarizada o una resonancia magnética para ver la fractura aún más de cerca y con más detalle.
Estas pruebas son fundamentales para ayudar al médico a hacer una evaluación del daño, incluidos el tamaño, la localización y el tipo de fractura que tienes. Con esta información, el médico puede ofrecerte sugerencias de tratamiento precisas y personalizadas para una recuperación óptima.