La mayoría de las personas han experimentado dolor de espalda en algún momento y están familiarizadas con las molestias punzantes o punzantes, pero si has experimentado ciática, estás acostumbrado a los dolores punzantes asociados a esta afección. La ciática comienza con un dolor lumbar y se irradia por las nalgas, bajando por la parte posterior de las piernas. Cuando esto ocurre, siempre es importante buscar tratamiento de la ciática para evitar que la causa de fondo empeore y cause más problemas en el futuro. Pero además de buscar atención profesional, puede ser útil comprender los hábitos y el estilo de vida que pueden desencadenar la aparición del dolor. Controlar adecuadamente estos desencadenantes puede ser una parte importante de la recuperación.
Estrés
Se sabe que la ansiedad emocional o el estrés exacerban el dolor asociado a la ciática. Durante un periodo turbulento, el cerebro puede privar de oxígeno a los nervios, incluido el nervio ciático, donde comienza el dolor. Esta privación puede provocar el dolor de piernas, la debilidad y las sensaciones de hormigueo típicas de la enfermedad.
Peso excesivo
El dolor de espalda en general puede estar relacionado con la obesidad, debido a la presión adicional que se ejerce sobre la columna vertebral. Esto incluye la presión sobre el nervio ciático, que puede empeorar con el aumento de peso. Para limitar los daños a largo plazo en el nervio ciático, se recomienda controlar adecuadamente el peso.
Ropa ajustada
Muchas personas con dolor ciático crónico dicen que, cuando llevan ropa ajustada, a menudo se les agudiza el dolor. Sobre todo los vaqueros ajustados o la ropa interior con bandas elásticas apretadas, ya que suelen caer cerca del nervio ciático. La presión de estas prendas puede ser suficiente para irritar el nervio y provocar un ataque de dolor.
Llevar tacones altos
Cuando llevas tacones altos, el peso de tu cuerpo se desplaza hacia delante, obligando a tus caderas a flexionarse hacia delante para mantenerte erguida, lo que provoca dolor de cadera en la mayoría de las situaciones. Este tipo de movimiento pélvico estira los músculos isquiotibiales, que están cerca del nervio ciático y pueden irritarlo. Cuando tus tacones altos no tienen plantillas acolchadas, el impacto de los pasos puede trasladarse hacia arriba por tus piernas, a tu espalda y a tus caderas, empeorando el dolor.
“Ciática “de bolsillo trasero
Si guardas algo en el bolsillo trasero -llaves, carteras, teléfonos, etc.- y estás sentado durante mucho tiempo, ésta es otra forma habitual de provocar un brote de ciática. – y pasas mucho tiempo sentado, es otra forma habitual de provocar un brote de ciática. Estos objetos pueden irritar el músculo piriforme, que está justo encima de donde pasa el nervio ciático. Esta presión sobre el nervio puede causar más dolor y problemas. Si puedes guardar los objetos en un bolso o en un bolsillo delantero, esto puede evitar futuros dolores y reducir la necesidad de tratamiento de la ciática.
Mala postura
La alineación incorrecta del cuerpo causada por una mala postura puede ejercer una tensión adicional en la zona lumbar, lo que provoca problemas con el nervio ciático. Cuando el nervio se irrita, empiezan a aparecer los síntomas asociados a la ciática. Centrarse en mantenerse erguido y mejorar la postura puede evitar problemas dolorosos en el futuro.
Levantar con la espalda
Cuando te agachas para levantar un objeto pesado, incluso algo tan sencillo como llevar la compra o coger a tu hijo, puede ejercerse una gran presión sobre los discos lumbares. Cuando estos discos están sobrecargados, aumenta el riesgo de hernia, que puede comprimir el nervio ciático, lo que te lleva a necesitar tratamiento para la ciática.
Embarazo
El músculo piriforme está situado en la zona de las nalgas, y puede sufrir espasmos y causar algo llamado síndrome piriforme. Estos espasmos comprimen el nervio ciático, lo que suele ocurrir durante el embarazo. El peso de un feto en desarrollo puede provocar presión en la ingle, desplazando la pelvis hacia delante y haciendo que el músculo piriforme se tense. No es infrecuente que las mujeres embarazadas padezcan ciática como síntoma secundario del síndrome piriforme.
Estilo de vida sedentario
Pasar demasiado tiempo del día sentado puede causar una serie de problemas de espalda, incluida la ciática. Quienes pasan la mayor parte del día sentados y evitan el ejercicio pueden sufrir lesiones en los discos intervertebrales, que contribuyen a la compresión de los nervios y al dolor ciático.
Depresión y emociones negativas
Al igual que el estrés puede causar dolor ciático, la represión de las emociones también puede contribuir al dolor. Algunos expertos creen que la depresión puede provocar dolor en las nalgas, la zona lumbar y los pies, y que la mejora del estado de ánimo conduce al alivio.
Aunque puedes utilizar estos desencadenantes para prevenir las reagudizaciones, buscar tratamiento para la ciática es la forma más eficaz de evitar el empeoramiento del dolor provocado por esta afección. En Ortopedia AICA, nuestro equipo de especialistas es capaz de evaluar y diagnosticar la causa de tu dolor, creando planes de tratamiento personalizados para lograr la recuperación. En cuanto sospeches que tienes ciática, ponte en contacto con Ortopedia AICA para empezar a adoptar un enfoque proactivo de tu salud.