Si sufres dolor de espalda crónico, suele ser el resultado de problemas y lesiones relacionados con los discos, y esto será probablemente lo primero que explore un neurocirujano durante una consulta. Puede que incluso sigas el camino de las inyecciones, los analgésicos y la fisioterapia para tratar la degeneración o hernia discal, sólo para no encontrar alivio. Esto se debe a que el dolor lumbar suele proceder de los huesos, o vértebras, más que de los discos, lo que hace que el dolor sea vertebrogénico. Este tipo de dolor sólo está empezando a ser comprendido recientemente por un selecto grupo de médicos. Cuando padezcas dolor lumbar, la próxima vez que busques en Google “neurocirujano cerca de mí“, asegúrate de buscar a alguien que entienda el dolor lumbar vertebrogénico.
Cómo causan dolor de espalda las vértebras
La columna vertebral es una columna formada por vértebras y discos apilados unos encima de otros de forma alterna. Entre cada vértebra y disco hay una fina capa adicional de cartílago conocida como placa vertebral. Aunque la placa vertebral es pequeña, de sólo 0,1 a 2 milímetros de grosor, está repleta de nervios. Al ser tan densas en nervios, incluso más que los discos, las placas terminales son extremadamente susceptibles al dolor.
Cuando la placa terminal y los nervios están comprimidos, puede causar mucho dolor, lo que se conoce como disfunción de la placa terminal vertebral. Esto suele ocurrir como consecuencia del desgaste con el paso del tiempo, lo que provoca síntomas a medida que envejecemos.
Estos síntomas suelen confundirse con la enfermedad degenerativa discal, debido a la proximidad del disco y el endplate. Si un neurocirujano no está formado en la disfunción nerviosa de la lámina vertebral, puede ser fácil pasar por alto los signos y diagnosticar erróneamente la causa del dolor lumbar crónico.
Diagnóstico del dolor de espalda vertebrogénico
La mejor forma de identificar si los discos o las vértebras están causando dolor es mediante una resonancia magnética. Si la causa es una disfunción del nervio de la placa vertebral, la RM mostrará algo denominado cambio de Modic. Los cambios de Modic pueden indicar esta disfunción de dos maneras: o bien la médula se inflama y se hincha, o bien la médula se convierte en tejido adiposo como consecuencia de la reducción del flujo sanguíneo.
Si está presente cualquiera de los cambios de Modic y se acompaña de dolor lumbar crónico de al menos 12 semanas de duración, se considera que se trata de una disfunción nerviosa de la placa vertebral.
Como no todos los radiólogos saben buscar los cambios de Modic, los pacientes no siempre recibirán este diagnóstico inmediatamente. Puede que tengas que defenderte durante las exploraciones o encontrar un neurocirujano que esté familiarizado con la disfunción nerviosa de la placa vertebral.
Tratamiento del dolor de espalda vertebrogénico
La buena noticia es que si te diagnostican una disfunción nerviosa de la placa vertebral, existe una opción de tratamiento eficaz en la ablación nerviosa. Este procedimiento mínimamente invasivo puede tratar este dolor.
Puedes ser candidato a la ablación nerviosa si cumples los siguientes criterios:
- Lumbalgia crónica de al menos seis meses de duración
- La terapia conservadora no ha abordado el dolor
- Evidencia en una resonancia magnética de cambios Módicos correlacionados con tus síntomas
El procedimiento se realiza mediante fluoroscopia, o radiografía en tiempo real, mientras un médico introduce un tubo fino llamado cánula en un pedículo vertebral. El pedículo es una estructura con forma de tallo que sobresale de la parte posterior de las vértebras; cada vértebra tiene 2 pedículos. A continuación, la cánula crea un túnel hasta el nervio basivertebral, lo que permite colocar una sonda de radiofrecuencia.
Esta sonda ablaciona el nervio con ayuda de un generador de radiofrecuencia. Así se destruye el nervio de la placa vertebral que transmite las señales de dolor al cerebro, poniendo fin al dolor.
Al tratarse de un procedimiento mínimamente invasivo, puede realizarse en régimen ambulatorio, y los pacientes pueden irse a casa el mismo día, incluso a las pocas horas. Los dispositivos utilizados no permanecen en tu columna una vez finalizada la intervención, aunque sentirás resultados inmediatos. Sin embargo, los resultados no son permanentes, por lo que tu médico establecerá las expectativas sobre cuánto puede durar el alivio. Los estudios han demostrado que los beneficios pueden durar hasta dos años.
Abordar el dolor lumbar crónico
Si sufres dolor lumbar y descubres que las terapias conservadoras no han funcionado, es posible que estés abordando la causa raíz equivocada de tu dolor. Trabajar con un médico como los de AICA te permitirá explorar si la disfunción nerviosa de la placa vertebral puede ser un factor que contribuya a tu dolencia y si la ablación nerviosa puede ser para ti. Llámanos hoy mismo para concertar una cita con un neurocirujano que pueda ayudarte.