Cuando tienes una lesión que necesita tratamiento, es esencial que obtengas las imágenes adecuadas para confirmar y comprender tu diagnóstico. Sólo entonces podrá tratarse tu dolor y curarse tu cuerpo.
En un centro local de diagnóstico por imagen es donde puedes obtener radiografías y fluoroscopia para que te ayuden en tu tratamiento. Sigue leyendo para conocer la diferencia entre ambos.
¿Qué es una radiografía?
La tecnología de rayos X es una herramienta útil para diagnosticar y examinar diversos tipos de afecciones y lesiones del cuerpo cuando no son necesariamente aparentes o visibles en la exploración física de un médico. Los rayos X utilizan radiaciones electromagnéticas para generar imágenes del interior del cuerpo con fines terapéuticos.
Los médicos ortopédicos, radiólogos y otros profesionales de la medicina los utilizan para visualizar lesiones, controlar la evolución de enfermedades, seguir el éxito de un determinado tratamiento y otras funciones diversas.
Por lo general, se considera que la mayoría de las personas pueden someterse a ellas sin peligro, con la excepción de que el pequeño riesgo de radiación que conllevan las radiografías supere de algún modo el beneficio de la información que proporcionarán. En estos casos, un profesional médico responsable hará una recomendación alternativa, pero esto es increíblemente infrecuente.
¿Qué es la fluoroscopia?
La fluoroscopia es una tecnología innovadora que ofrece muchas ventajas similares a las de los rayos X en lo que se refiere a la obtención de imágenes. Utiliza la misma tecnología que una radiografía para generar una imagen de trabajo que el médico pueda interpretar en el proceso de atención a un paciente.
Sin embargo, lo hace en forma de vídeo, lo que puede abrir muchas otras oportunidades para su utilidad. El fluoroscopio permite al observador visualizar el interior del cuerpo mientras se mueve y funciona.
A los médicos les resulta útil cuando realizan procedimientos como:
- La inserción de catéteres en diversos vasos sanguíneos: estos procedimientos son difíciles de realizar sin la posibilidad de ver por dónde se mueve la aguja. La fluoroscopia ayuda a colocar el catéter de forma adecuada y precisa.
- La inserción de dispositivos en los vasos sanguíneos: estos dispositivos se llaman stents y ayudan a que la sangre fluya más libremente cuando un vaso sanguíneo se ha estrechado u obstruido de algún modo.
- Realización de angiogramas: este procedimiento permite al médico ver lo que ocurre o, más apropiadamente, lo que va mal en el interior de los vasos sanguíneos del cuerpo.
- Enemas o radiografías con fines gastrointestinales: estos exámenes se denominan radiografías con bario y ayudan a los médicos a visualizar el tubo digestivo para diagnosticar problemas.
- Durante intervenciones quirúrgicas ortopédicas: cuando un cirujano ortopédico necesita sustituir una articulación o reparar una fractura, a menudo lo hará con ayuda del fluoroscopio.
¿En qué se diferencian la radiografía y la fluoroscopia?
La tecnología de los rayos X y la fluoroscopia son esencialmente iguales, con algunas diferencias notables. Ambas se alimentan de radiaciones electromagnéticas para obtener las imágenes necesarias.
- Las radiografías son imágenes estáticas. Proporcionan imágenes del interior del cuerpo en forma fija. La fluoroscopia proporciona una imagen en vivo en formato de “vídeo”, que mostrará el movimiento del cuerpo o de un instrumento. Las diferentes cosas que pueden conseguir estas tecnologías de imagen están relacionadas sobre todo con esta diferencia.
- Las radiografías conllevan menos riesgos relacionados con la radiación que la fluoroscopia. Esto es simple matemática, ya que un fluoroscopio debe entrenarse en una parte del cuerpo durante un periodo de tiempo para realizar la función para la que es necesario. A veces se trata de un breve momento en el que se puede realizar una pequeña acción. En otros casos, puede significar que la exposición a la radiación que mantiene el paciente se prolonga durante toda la intervención quirúrgica.
¿Cómo sabré qué exploración por imagen es la adecuada para mí?
Tu médico te hará una recomendación basada en las necesidades de tu caso particular. Si te preocupan los riesgos asociados al proceso de obtención de las propias imágenes, o la logística que rodea al uso de estas tecnologías, consulta con tu médico. Debería estar bien preparado para calmar cualquier dificultad que puedas tener con las radiografías o la fluoroscopia.
En AICA Ortopedia, nos encontramos regularmente con la necesidad de utilizar tanto la tecnología de rayos X como la de fluoroscopia para diagnosticar y tratar mejor a nuestros pacientes. Ponte en contacto con un miembro de nuestro equipo hoy mismo si tienes alguna duda o necesitas un diagnóstico por imagen para tratar tu dolencia.