Una de las lesiones más frecuentes que sufre la gente cada año es un esguince de tobillo. Ya sea simplemente por caminar, practicar un deporte o sufrir una caída, los esguinces de tobillo pueden deberse a diversas actividades populares y, en general, se consideran fáciles de tratar en casa. Sin embargo, los esguinces de tobillo pueden ser graves y provocar problemas más serios y crónicos si no se tratan adecuadamente. Cuando esto ocurre, puede que necesites someterte a un tratamiento ortopédico del pie para recuperar la fuerza y la amplitud de movimiento del tobillo. Un cuidado adecuado es importante para recuperarse de un esguince de tobillo y puede ayudar a reducir el tiempo que pasas con dolor o inmóvil.
Señales de un esguince de tobillo
Los esguinces de tobillo pueden ser dolorosos en diversos grados. En muchos casos, causan tanto dolor que resulta difícil caminar y realizar otras actividades cotidianas. El dolor suele empeorar al apoyar peso en el tobillo o aplicar presión en la zona. Además del dolor de un esguince de tobillo, hay otros signos de que se trata de tu dolencia.
Un esguince de tobillo suele calentarse al tacto y enrojecerse como consecuencia del aumento del flujo sanguíneo. También suele inflamarse e hincharse al aumentar también el líquido. Éstas son reacciones normales que tendrá tu cuerpo ante una lesión como un esguince, aunque una hinchazón excesiva puede ser señal de un daño mayor del que creías.
También puedes ver hematomas alrededor del tobillo tras un esguince, lo que indica daños en los vasos sanguíneos de la piel, sobre todo si el tobillo rodó cuando te lesionaste. El tobillo también puede estar rígido o carecer de amplitud de movimiento. Aunque esto es un signo de lesión, mantener el tobillo inmóvil es útil para la curación, por lo que esta rigidez puede ser una buena advertencia.
Cómo tratar un esguince de tobillo con RICE
Es posible que hayas oído hablar del RICE como método para tratar una serie de lesiones, incluido un esguince de tobillo. Este cuidado en casa puede ser eficaz rápidamente y reducir el dolor antes de que puedas recibir tratamiento ortopédico del pie. RICE es un acrónimo, formado por los cuatro pasos siguientes:
Descansa
Para empezar a curarse, tu tobillo necesita un periodo de reposo. Al principio, debes evitar poner peso sobre el tobillo para permitir que recupere fuerza. Una vez que esté más fuerte, deberás seguir evitando actividades extenuantes como correr o hacer deporte. Cuanto más te mantengas alejado del tobillo, más fácilmente se curará.
Hielo
Aplicar hielo o una compresa fría puede ayudar con la hinchazón, los hematomas, el dolor y los espasmos musculares si se utiliza adecuadamente. El hielo no debe aplicarse durante más de 20 minutos seguidos, cada 2 horas. Puedes adherir el hielo al pie mientras te mueves o aplicar hielo al mismo tiempo que descansas el tobillo.
Comprime
Para evitar más hematomas e hinchazón, envuélvete el pie y el tobillo con un vendaje compresivo para que no se restrinja el flujo sanguíneo. No debes sentir dolor adicional al utilizar la compresión.
Eleva
En la medida de lo posible, el tobillo lesionado debe mantenerse por encima del nivel del pecho, apoyado sobre almohadas u otra cosa. Esto reduce el flujo sanguíneo y, por tanto, la hinchazón, la inflamación, los hematomas y el dolor.
Tratamientos adicionales
Además del RICE, tu médico puede recomendarte analgésicos. En la mayoría de los casos, un AINE de venta libre es suficiente para reducir la inflamación y controlar el dolor, aunque en casos graves puede recetarte algo más fuerte.
El médico también podrá realizarte radiografías y otras exploraciones para evaluar el alcance de tu lesión y sugerirte tratamientos adicionales en función de sus hallazgos. Es posible que te pidan que lleves un aparato ortopédico durante un tiempo. Una vez que el tobillo pueda soportar peso, es probable que te den una lista de ejercicios para completar o que te digan que participes en fisioterapia para evitar nuevas lesiones o dolor crónico.
Los esguinces pueden tardar entre una y doce semanas en curarse, dependiendo de su gravedad, por lo que es importante seguir el plan que haya establecido tu médico para evitar agravar la lesión.
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