Independientemente de la edad que tengas, el ejercicio y la actividad física son cruciales para mantener una salud positiva a largo plazo. Aunque no necesitas desarrollar y mantener un programa de entrenamiento intenso para mejorar tu salud, invertir tiempo en actividad física cada día es importante. Si actualmente disfrutas de un estilo de vida sedentario, considera la posibilidad de empezar haciendo ejercicio durante 15 o 20 minutos al día y aumentar gradualmente la cantidad de tiempo que te ejercitas.
Mantente activo a medida que envejeces
A medida que envejecemos, se producen ajustes fisiológicos particulares en el cuerpo de cada persona, como una disminución de la masa muscular y de la elasticidad de los tejidos, que nos hacen propensos a sufrir lesiones relacionadas con el deporte. Tales cambios requieren ajustes en la frecuencia con la que hacemos ejercicio y en los tipos de actividades en las que debemos participar para prevenir diversas afecciones y enfermedades crónicas. Al crear o desarrollar un nuevo programa de ejercicio, asegúrate de incluir tres componentes específicos para maximizar la salud positiva:
- Entrenamiento aeróbico
- Entrenamiento de fuerza
- Entrenamiento de flexibilidad
Entrenamiento aeróbico
El ejercicio aeróbico se centra en fortalecer el corazón y los pulmones, aborda los problemas de colesterol alto, ayuda a prevenir la aparición de diabetes de tipo 2 y reduce la hipertensión arterial. También hay una serie de beneficios para la salud mental relacionados con el entrenamiento aeróbico, como la reducción de la ansiedad, la depresión y el estrés. Considera la posibilidad de hacer footing, nadar, montar en bicicleta o caminar de tres a cinco veces por semana para experimentar los beneficios asociados al entrenamiento aeróbico.
Entrenamiento de fuerza
Una de las formas más eficaces de mejorar la masa ósea y muscular es mediante el entrenamiento regular de fuerza. Este tipo concreto de ejercicio consiste en fortalecer y tonificar tus músculos exponiéndolos a diversos niveles de resistencia. Involucrar activamente a tus músculos hace que tu cuerpo libere unas hormonas llamadas endorfinas, que contribuyen a mejorar tu estado de ánimo y pueden ayudarte a dormir mejor durante la noche. Si no puedes conectarte a un gimnasio local, puedes realizar fácilmente en casa diversos ejercicios de entrenamiento de fuerza, como flexiones, dominadas y estocadas.
Entrenamiento de flexibilidad
Mantener un cuerpo flexible proporciona una serie de beneficios positivos para la salud. Estirar activamente el cuerpo mejora la amplitud de movimiento, favorece la salud de las articulaciones y ayuda a prevenir posibles lesiones que suelen producirse con la edad. Se recomienda empezar y terminar cada día estirando, así como después de participar en una actividad física. Considera la posibilidad de apuntarte a una clase local de yoga como apoyo o pregunta a nuestros médicos ortopédicos de Atlanta qué tipos de estiramientos puedes realizar con seguridad.
Contacta con Ortopedia AICA para maximizar tu salud a largo plazo
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