En el mundo del diagnóstico por imagen, las resonancias magnéticas han ofrecido una nueva y revolucionaria forma de explorar el cuerpo en busca de lesiones, sobre todo de espalda. Una resonancia magnética puede crear imágenes de los tejidos del interior del cuerpo, lo que permite a los médicos descubrir la causa de los problemas y elaborar planes de tratamiento. Aunque el proceso puede durar a menudo más de una hora y la máquina utilizada para realizar resonancias magnéticas es grande, en realidad es un procedimiento indoloro y seguro. Las resonancias magnéticas no utilizan radiación como las radiografías o las tomografías computarizadas, lo que significa que no hay exposición mientras se realiza el proceso, por lo que es menos arriesgado que algunos de sus homólogos. Pero puede que aún te preguntes si una resonancia magnética es lo adecuado para tu recuperación, y si es así, sigue leyendo para comprender los casos en que se recomienda una resonancia magnética.
¿Qué es una resonancia magnética?
Una resonancia magnética utiliza campos magnéticos y ondas de radio para crear imágenes del interior del cuerpo, lo que permite obtener una imagen clara de cualquier tejido anormal. Las resonancias magnéticas son especialmente útiles para observar los ligamentos, los tendones, la médula espinal y cualquier otro tejido blando del cuerpo, mientras que otras exploraciones, como el TAC, pueden ser preferibles para observar los huesos.
Para hacerte una resonancia magnética sólo tienes que tumbarte en una camilla, donde te introducirán en un gran tubo mecánico. Se te dará alguna forma de comunicarte con un técnico, que puede indicarte que permanezcas tumbado mientras se toman imágenes. Para quienes se vuelven claustrofóbicos, puede haber opciones como las resonancias magnéticas “abiertas”, que ayudan a aliviar la ansiedad. La única preparación que suele ser necesaria es la retirada o revelación de cualquier metal del cuerpo, como piercings o cualquier dispositivo médico. Debido al uso de imanes, estos objetos pueden sufrir impactos y deberás hablar del riesgo con tu médico.
Cuando te duelen predominantemente las piernas
Si el dolor de un paciente aparece sobre todo en las piernas, en particular si se irradia o dispara de las nalgas hacia abajo, puede ser un indicio de que se ha producido una hernia discal lumbar. Si se sospecha esto, una resonancia magnética puede ser una buena forma de localizar la raíz del dolor y determinar si es necesaria una intervención quirúrgica. Por lo general, estas cirugías permiten a los pacientes volver rápidamente a sus funciones normales, y las resonancias magnéticas permiten planificar mejor la cirugía.
Cuando tienes dolor lumbar
A diferencia de lo que ocurre en una hernia discal lumbar, el dolor lumbar puede requerir una intervención quirúrgica mucho más invasiva para solucionarlo. La mayoría de los médicos prefieren esperar de 3 a 6 meses y utilizar otros métodos de tratamiento de la lesión para evitar estos procedimientos. Una resonancia magnética puede ayudar a indicar dónde se ha iniciado el dolor y orientar a los médicos y quiroprácticos sobre formas menos invasivas de tratarlo. Aunque algunas personas prefieren esperar a someterse a una resonancia magnética hasta que la intervención quirúrgica sea inminente, la información proporcionada por el diagnóstico por imagen puede ayudar a evitar que la intervención quirúrgica sea necesaria.
Cuando has tenido un accidente de tráfico
Aunque no muestres síntomas de ninguna lesión, una resonancia magnética puede ser una forma importante de diagnóstico por imagen tras un accidente de coche. Estas exploraciones son capaces de indicar problemas comunes, como un latigazo cervical o una conmoción cerebral, que pueden no aparecer hasta días después del incidente inicial. Para tratar estas afecciones con prontitud, una resonancia magnética puede ser una gran medida proactiva. Hacerte escáneres también puede ser una buena prueba para presentar como parte de una reclamación al seguro si necesitas demostrar que se han producido lesiones.
Tienes síntomas inexplicables
En algunos casos en los que los síntomas por sí solos no conducen a un diagnóstico, la resonancia magnética puede ser una herramienta que ayude a los médicos a comprender las posibles causas. Las resonancias magnéticas pueden señalar no sólo tumores, sino daños en el corazón y los pulmones, problemas oculares y auditivos, problemas en venas y arterias, o anomalías cerebrales. También pueden mostrar problemas pélvicos, del tubo digestivo y de los huesos. En algunos casos, estas resonancias magnéticas pueden realizarse a lo largo del tratamiento para seguir la evolución y eliminar cualquier afección subyacente.
Si puedes necesitar una resonancia magnética, es importante encontrar un centro de diagnóstico por imagen en el que confíes tus resultados. En Ortopedia AICA, no sólo ofrecemos un centro de diagnóstico por imagen de vanguardia, sino una serie de especialistas que pueden utilizar los resultados para determinar la causa de tu dolor y establecer un plan de tratamiento. Quiroprácticos, fisioterapeutas y médicos ortopédicos trabajarán juntos para comprender tus resultados y crear planes de tratamiento integrales que te devuelvan la salud.