Muchas personas viven con dolor de espalda esperando que desaparezca o intentando tratarlo con remedios caseros que pueden proporcionar un alivio temporal, pero luego el dolor vuelve a aparecer. El dolor de espalda puede ser un síntoma de algo tan benigno como estar sentado en una postura incómoda durante mucho tiempo, pero también puede ser un signo de que ocurre algo más grave.
A veces, vivir con dolor de espalda puede significar que estás permitiendo que algo grave, como una hernia discal, no se trate. Pero si no has buscado tratamiento de inmediato para el dolor de espalda, sigue habiendo opciones de tratamiento para las hernias discales atrasadas y sin tratar. He aquí algunos signos de que quizá debas buscar diagnóstico y tratamiento de un especialista en columna vertebral cuanto antes:
Aumento del dolor
Una hernia discal causada por una lesión repentina a veces se considera una lesión oculta, porque tu cuerpo puede tardar un tiempo en sentir dolor. Por ejemplo, el impacto repentino o la sacudida del cuerpo en un accidente de coche pueden provocar dolor de espalda, que puedes esperar que desaparezca al cabo de unos días. Pero cuando el dolor aumenta, sobre todo localizado en una zona concreta de la columna vertebral, entonces conviene que te reúnas con un especialista en columna vertebral para diagnosticar o descartar una hernia discal.
Cuando sufres una hernia discal, el cojín parecido a una esponja que separa dos vértebras se ha salido de su sitio y puede llegar a rozar hueso contra hueso. Cuando los discos están desalineados con las vértebras que deben proteger, muchos movimientos pueden causar dolor, pues el disco ya no es capaz de absorber el choque.
Dolor en zonas nuevas
Si tu dolor de espalda es en realidad un síntoma de una hernia discal, entonces puedes notar que al cabo de unos días o incluso de una semana el dolor puede irradiarse a otras zonas. Una hernia discal podría estar presionando contra un nervio, provocando una sensación de hormigueo o entumecimiento en una de tus extremidades. También podrías experimentar debilidad o fatiga en los músculos afectados. Las hernias discales son frecuentes en la zona lumbar y, si no se tratan, pueden empezar a afectar a los músculos y a las señales nerviosas de la parte inferior del cuerpo, las piernas y los pies.
Dolor crónico
Si llevas semanas o incluso meses sufriendo dolor de espalda, es posible que estés desarrollando un dolor crónico debido a una lesión no tratada, como una hernia discal. Si no se trata, pueden surgir complicaciones y puedes empezar a notar un impacto más significativo en el resto del cuerpo junto con el dolor constante. El dolor agudo que se produce con una hernia discal puede convertirse en dolor crónico si no se trata la lesión. El dolor crónico también puede convertirse en una segunda afección que requiera tratamiento.
Daños en los tejidos blandos
Las hernias discales son un tipo de lesión de los tejidos blandos, porque el disco se considera tejido blando. Cuando el disco se sale de su sitio, un especialista en columna puede ayudar a realinearlo. Sin embargo, en caso de rotura, el disco no tiene capacidad para regenerarse y se considera tejido blando dañado. Según la gravedad de la lesión, puede ser necesario tratar quirúrgicamente una hernia discal para restablecer el correcto funcionamiento de la zona.
Daño nervioso
Una afección más grave causada por una hernia discal puede ser el daño nervioso. La columna vertebral alberga el sistema nervioso, que se comunica con el resto del cuerpo a través de una compleja conexión de nervios, y cuando la columna o sus tejidos conjuntivos resultan dañados, el sistema nervioso puede verse afectado. Cuando una hernia discal ejerce una presión importante sobre un nervio, puede provocar daños importantes al cortar los impulsos nerviosos. Los nervios comprimidos pueden provocar afecciones importantes, como pérdida de sensibilidad en las extremidades inferiores o incluso pérdida del control intestinal.
Cuanto antes busques tratamiento médico para una hernia discal, más probable será que tu especialista de columna pueda ofrecerte opciones de tratamiento no quirúrgico. En tu primera visita, el médico querrá obtener una imagen clara de la zona afectada mediante diversos medios de diagnóstico por imagen, como radiografías y tomografías computarizadas. Una radiografía proporcionará a tu especialista en columna vertebral una mayor comprensión de cualquier daño en la columna, mientras que una tomografía computarizada identificará cualquier daño en los tejidos blandos además del daño vertebral.
Si tienes dolor de espalda que ha empezado a irradiarse hacia la parte inferior del cuerpo, las piernas y los pies, o se irradia hacia los hombros, los brazos y las manos, ponte en contacto con un especialista en columna vertebral lo antes posible. Dependiendo de la localización y gravedad de una hernia discal, es probable que tu médico quiera empezar con un enfoque más conservador del tratamiento, desde los cuidados en casa hasta las intervenciones terapéuticas leves de un especialista en columna vertebral, un quiropráctico e incluso un fisioterapeuta. Nuestro equipo de Ortopedia AICA puede ayudarte a identificar tu dolor de espalda, sea cual sea la fase en que se encuentre, y ayudarte a emprender el camino hacia la curación.