Casi todos nos torcemos el tobillo alguna vez. Sin embargo, si te tuerces el tobillo y se inflama, es probable que hayas sufrido un esguince. Cuando esto ocurre, significa que los ligamentos del tobillo se han estirado más allá de sus límites o se han desgarrado.
Los esguinces de tobillo son frecuentes entre los estadounidenses. De hecho, cada año se producen más de un millón de lesiones de tobillo y cerca del 85% de estas lesiones son esguinces. Aunque los esguinces pueden parecer menores en comparación con otros tipos de lesiones por accidente, pueden provocar la aparición de otras afecciones a largo plazo si el tratamiento no se enfoca correctamente.
Síntomas de un esguince de tobillo
Cuando se produce un esguince de tobillo, notarás dolor inmediatamente en el origen del desgarro. Es probable que el tobillo dañado se hinche y se decolore, al tiempo que se vuelve extremadamente sensible al tacto.
Tratamiento ortopédico de los esguinces de tobillo
Los pacientes que sufren un esguince de tobillo suelen tener que guardar reposo o utilizar algún tipo de dispositivo de apoyo a la movilidad hasta que la inflamación se haya calmado y el dolor empiece a remitir. Es importante que las lesiones nuevas se traten inmediatamente con una aplicación de hielo para tratar la inflamación y reducir otros síntomas dolorosos.
Dependiendo de la gravedad, podemos recomendar el uso de una férula, un vendaje elástico o el seguimiento de fisioterapia para ayudar a fortalecer los ligamentos dañados.
Si te haces un esguince de tobillo, ponte en contacto inmediatamente con nuestro equipo de médicos ortopédicos de Atlanta. Podemos diagnosticar tu lesión y proporcionarte un tratamiento personalizado que te ayude a aliviar el dolor de inmediato. Marca el (404) 855-2141 para concertar una cita hoy mismo.