Ah, el dolor lumbar. Esa tirantez que sientes después de estar demasiado tiempo sentado en el escritorio, ese dolor punzante que experimentas al inclinarte o girarte en el sentido equivocado, o ese dolor que temes cuando te levantas de la cama por la mañana. El dolor lumbar es una de las dolencias más comunes de los estadounidenses, y es una de las principales razones por las que la gente acude a un quiropráctico de Atlanta. Se calcula que alrededor del 80% de los estadounidenses sufrirán algún tipo de problema de espalda a lo largo de su vida, y el dolor lumbar es en realidad la principal causa de discapacidad en todo EEUU.
En la mayoría de los casos, el dolor de espalda no está causado por un problema grave o crónico, como artritis, infección o cáncer. En cambio, se considera un problema mecánico, lo que significa que probablemente esté causado por algo que está un poco “fuera de lugar” y que provoca dolor. Dado que la espalda está formada por huesos, ligamentos, tendones y músculos, además de discos vertebrales, articulaciones vertebrales y un sinfín de nervios, puede lesionarse con bastante facilidad y de diversas formas.
Dado que la mayoría de los casos de dolor de espalda son leves y no están relacionados con nada más grave, suelen resolverse por sí solos con un mínimo esfuerzo por tu parte. Sin embargo, debes visitar a un quiropráctico de Atlanta para asegurarte de que tu cuerpo funciona bien y para ayudar a tu columna a mantener una alineación adecuada, de modo que pueda curarse correcta y rápidamente. También puedes utilizar algunos estiramientos lumbares para aliviar el dolor y reducir la probabilidad de que te ocurra lo mismo en el futuro. Consulta nuestra lista de lo que debes y no debes hacer para estirar la zona lumbar.
Haz abdominales parciales
Aunque una sentadilla completa no es una gran idea para reducir la presión y la tensión en la zona lumbar, las abdominales parciales pueden ayudar a fortalecer tanto la zona lumbar como el tronco, lo que puede reducir el dolor de espalda tanto en el presente como en el futuro.
NO INTENTES Tocar los Dedos de los Pies
Su rápido movimiento puede agravar los músculos de la espalda y los discos vertebrales. También ejercen una mayor presión sobre los discos y los ligamentos circundantes, lo que provoca un estiramiento excesivo de los músculos e isquiotibiales, que sólo aumentará tu dolor en lugar de aliviarlo.
Haz estiramientos de isquiotibiales
La flexibilidad de los isquiotibiales tiene mucho que ver con el grado de dolor de espalda que experimenta una persona, por lo que estirar los isquiotibiales es un gran ejercicio. Túmbate boca arriba con una pierna doblada y el pie en el suelo. Levanta la otra pierna y coloca una toalla sobre el pie, luego estira la pierna y tira suavemente de la toalla hasta que notes el estiramiento de los isquiotibiales.
NO HAGAS ELEVACIONES DE PIERNAS Tumbado boca arriba
Aunque este ejercicio puede ser estupendo para fortalecer el tronco, a menos que ya tengas unos abdominales bastante sólidos, este ejercicio te hará más mal que bien. Ejercerá mucha presión sobre la espalda y puede aumentar el dolor. En su lugar, puedes doblar una pierna y hacer una pequeña elevación con la otra mientras está estirada, levantándola no más de 15 cm del suelo.
Sillas de Pared DO
Apoya la espalda contra la pared y adelanta ligeramente los pies mientras te deslizas hasta quedar sentado. Asegúrate de presionar la parte inferior de la espalda contra la pared durante este ejercicio, y mantenlo durante unos diez segundos. Asegúrate de repetirlo varias veces y respira también durante el ejercicio.
NO te excedas con las pesas
Aunque el entrenamiento de fuerza puede ayudar a mejorar tu dolor de espalda a largo plazo, debes tener cuidado al levantar pesos mientras sientas dolor. Cualquier esfuerzo excesivo en la zona lumbar puede agravar el problema y aumentar el dolor, por lo que es mejor que te limites a hacer estiramientos hasta que el dolor haya remitido.
Puentes DO
Túmbate boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies en el suelo, levantando los dedos de los pies hacia el techo. Empuja los talones hacia el suelo mientras empujas las caderas hacia el techo, apretando al mismo tiempo los glúteos. Asegúrate de que tus rodillas, caderas y hombros están en línea recta. Mantén el puente en la posición superior y luego baja lentamente la espalda hasta el suelo. Asegúrate de no arquear la espalda ni bajar al suelo demasiado rápido después de cada repetición.
Visita a un quiropráctico de Atlanta
El equipo quiropráctico de AICA Ortopedia puede darte más consejos sobre cómo estirarte mientras tratas el dolor de espalda, y puede ponerte bajo un cuidado quiropráctico que te ayude a reducir y controlar tus problemas de espalda tanto ahora como en el futuro. Ponte en contacto con AICA Ortopedia hoy mismo para concertar una cita con un quiropráctico de Atlanta para tu dolor lumbar.