Probablemente, en algún momento te han dicho “ponte derecho” o “deja de encorvarte”. Puede que pienses que este consejo se refiere a tu aspecto, pero la postura es mucho más que eso. Una buena postura es fundamental para el equilibrio, te ayuda a evitar lesiones y dolores durante la actividad, e incluso puede reforzar tus capacidades en diversas áreas. Algo tan sencillo como levantarse de una silla o subir escaleras puede verse afectado por tu postura. Como los malos hábitos pueden ser difíciles de romper, quizá quieras buscar un quiropráctico cerca de ti en Atlanta para que te ayude a alinear la columna vertebral y empezar a mejorar tu postura. Si quieres saber más sobre cómo una buena postura favorece la buena salud, sigue leyendo.
¿Qué es una “buena” postura?
Cuando te imaginas una buena postura, puede que se refiera sobre todo a permanecer erguido con los hombros hacia atrás. Éste es sin duda un elemento de la postura adecuada para mantener la columna vertebral fuerte y estable. Pero con el aumento del trabajo desde casa, la postura al sentarse es igual de importante.
Hay cosas sencillas que puedes comprobar para evaluar tu propia postura, empezando por la cabeza y siguiendo hacia abajo. Asegúrate de que la barbilla está paralela al suelo: si estás delante de un ordenador, mantener el monitor a la altura de los ojos puede ayudarte a conseguirlo. No sólo debes llevar los hombros hacia atrás, sino que deben estar nivelados entre sí.
Una buena postura significa que tienes una columna vertebral neutra, sin flexiones ni arqueamientos que acentúen la curvatura de la zona lumbar. Los brazos deben estar a los lados, con los codos rectos y nivelados cuando estés de pie, o colocados uniformemente cuando estés sentado. Refuerza los músculos abdominales.
No importa si estás sentado o de pie, tus caderas deben estar niveladas con las rodillas apuntando hacia delante. Asegúrate de que el peso de tu cuerpo se distribuye uniformemente entre los pies o las piernas.
Causas de una mala postura
En muchos casos, una mala postura es simplemente consecuencia de malos hábitos, como encorvarse ante el ordenador o sentarse perezosamente en el sofá. Sin embargo, los problemas estructurales de salud también pueden causar una mala postura. Lo más frecuente es que exista un bucle de retroalimentación, en el que los malos hábitos provocan problemas estructurales que hacen más difícil sentarse correctamente, permitiendo que el problema empeore con el tiempo. Cuando visites a un quiropráctico cerca de ti en Atlanta, tratará de revertir cualquier daño que pueda con cuidados quiroprácticos.
El uso de la tecnología es un hábito diario que contribuye en gran medida a una mala postura. Estar sentado ante el ordenador, utilizar el móvil o ver la televisión puede provocar lo que se denomina “cuello tecnológico”, en el que el cuello está inclinado hacia delante durante demasiado tiempo, lo que causa dolor de cuello. Otras elecciones cotidianas, como llevar tacones altos, pueden influir negativamente en la postura. Cuando esto ocurre, el cuerpo intenta compensar los desajustes y se vuelve demasiado dependiente de los músculos equivocados, lo que puede causar problemas permanentes. Las lesiones y los espasmos musculares prolongados también son catalizadores habituales de problemas posturales prolongados, ya que el cuerpo intenta compensar las desalineaciones.
Cómo influye la postura en tu salud
Pueden surgir varias afecciones como consecuencia de una mala postura, ya que cuanto más tiempo tenga que compensar el cuerpo, más cambios permanentes pueden producirse. A continuación se exponen algunos de los posibles problemas que pueden tener su origen en la postura.
Dolores de cabeza: Una mala postura puede tensar los músculos de la nuca, el cuello, la parte superior de la espalda y la mandíbula, lo que ejerce presión sobre los nervios cercanos. Esto puede desencadenar un tipo específico de dolores de cabeza conocidos como cefaleas tensionales, derivadas de espasmos musculares.
Dolor de mandíbula: Una postura constante de la cabeza hacia delante puede tensar los músculos situados debajo de la barbilla, lo que provoca que se tense la articulación temporomandibular (ATM). Esto puede causar dolor, fatiga y chasquidos en la mandíbula, y dificultad para abrir la boca, junto con dolores de cabeza y de cuello.
Problemas respiratorios: Estar encorvado durante largos periodos de tu vida puede restringir la caja torácica y comprimir el diafragma. Esto reduce la capacidad pulmonar y puede causar una respiración superficial o dificultosa, que también puede provocar fatiga y falta de energía. Puedes notar una disminución general de la productividad o de la capacidad física.
Mejorar la postura
Puedes ocuparte de mejorar tu postura prestando atención a la forma en que estás sentado o de pie durante el día. Incluso puedes fijarte una hora para recordarte que debes comprobar la postura de tu cuerpo. Pero si has tenido malos hábitos durante algún tiempo, es probable que necesites encontrar un quiropráctico cerca de ti en Atlanta para que te ayude a revertir tus hábitos. Cuando la columna vertebral está desalineada, el cuerpo lo compensa con una mala postura. Visitando AICA Ortopedia, un médico podrá ayudarte a devolver a la columna su alineación correcta, dándote una pizarra limpia con la que trabajar mientras desarrollas hábitos nuevos y saludables.