Las lesiones causadas por accidentes de coche varían tanto como los tipos de choques que se producen. La posición de tu coche en el punto de impacto, cómo te golpearon y si llevabas puesto el cinturón de seguridad (¡por favor, lleva siempre puesto el cinturón de seguridad!) son factores que influyen en cómo reaccionará tu cuerpo al impacto de una colisión.
Lesiones comunes en accidentes de tráfico
Aunque un accidente parezca leve, sigue existiendo la posibilidad de sufrir lesiones. En los días y semanas posteriores a un accidente de coche, vigila atentamente cómo se sienten tu cuerpo y tu mente, pues algunos síntomas no aparecen de inmediato.
Latigazo cervical
Cuando un coche se detiene o gira bruscamente, el cuello “da latigazos” rápidamente hacia delante y hacia atrás, provocando latigazo cervical. El latigazo cervical, una de las lesiones más frecuentes en los accidentes de tráfico, provoca lesiones en los músculos y tendones del cuello, que pueden ser muy dolorosas.
Si experimentas síntomas como dolor de cuello, rigidez, falta de amplitud de movimiento o empeoramiento del dolor al moverte, consulta a un médico ortopédico de AICA. Tu médico determinará si tu caso de latigazo cervical se curará con el tiempo o si necesitas cuidados adicionales.
Conmoción cerebral
Las conmociones cerebrales también pueden producirse al sacudir la cabeza de un lado a otro, no es necesario que la cabeza golpee nada para que se produzca una lesión grave. Algunos síntomas pueden aparecer de inmediato, como dolor de cabeza, presión en la cabeza, pérdida temporal del conocimiento, “ver estrellas”, mareos o zumbidos en los oídos.
Sin embargo, a veces pueden tardar unas horas en aparecer estos signos. Si tienes problemas para concentrarte, enfocar o con tu memoria, consulta a un médico ortopédico de AICA para una evaluación neurológica, podría tratarse de una conmoción cerebral importante.
Fracturas óseas
La fuerza contundente o la compresión de un choque pueden causar fracturas óseas. Aunque cualquier hueso puede romperse en un choque, los más frecuentes son los de las extremidades: manos, brazos, pies y piernas.
La fuerza del impacto, sobre todo en un accidente por alcance, puede provocar la rotura de los huesos de los brazos, las muñecas o la mano del conductor, dependiendo de cómo sujete el volante. Hinchazón, enrojecimiento, hematomas, deformidad, pérdida de funcionalidad y dolor intenso son signos de fractura ósea.
Un médico traumatólogo de AICA diagnosticará la gravedad de la rotura y prescribirá el mejor tratamiento.
Lesiones musculoesqueléticas
Aparte de las lesiones de cuello y hombros provocadas por el latigazo cervical, también hay riesgo de lesiones musculoesqueléticas en ligamentos, tendones y nervios en los lugares donde tu cuerpo se estiró, comprimió o dobló en el accidente.
Pueden ser tan dolorosas como dificultar tu capacidad para realizar tareas sencillas, dependiendo de la gravedad. Si experimentas dolor que aumenta con la actividad, enrojecimiento e hinchazón, podrían ser signos de lesión de los tejidos blandos. Consulta a un médico ortopédico de AICA para evitar daños a largo plazo.
Lesiones emocionales
Aunque las lesiones físicas pueden ser fáciles de ver o sentir, las lesiones emocionales originadas por un accidente de coche merecen igual tratamiento profesional. Es frecuente experimentar reacciones emocionales, como ansiedad o depresión, debido a la liberación y posterior retirada de adrenalina durante un accidente.
Sin embargo, deberían disiparse en poco tiempo. Si sigues sintiéndote ansioso, “revives” repetidamente el accidente o evitas el lugar del accidente al cabo de unas semanas, debes ponerte en contacto con un médico ortopédico de Atlanta especializado en lesiones y traumatismos por accidente de coche.