No importa la edad que tengas, el ejercicio es esencial para gozar de buena salud. No estamos diciendo que tengas que estar compitiendo en triatlones a los 80 años, pero la actividad física diaria y moderada es crucial.
Mejorar la salud personal
Si llevas un estilo de vida relativamente sedentario, los médicos ortopédicos de Atlanta de AICA Orthopedics recomiendan empezar con 5-10 minutos de ejercicio al día e ir aumentando el tiempo poco a poco. En nuestro cuerpo se producen cambios fisiológicos normales a medida que envejecemos, como: disminución de la masa muscular, menor elasticidad de los tejidos, tiempo de reacción más lento, disminución de la densidad ósea y debilitamiento de la función cardíaca y pulmonar.
Éstas suelen ser las causas de que nuestros regímenes de ejercicio cambien a medida que envejecemos. Además, la importancia del entrenamiento de la estabilidad articular y el equilibrio aumenta con la edad. Los objetivos principales de un régimen de ejercicio deben incluir tres elementos clave:
Aptitud aeróbica
El ejercicio aeróbico fortalece los sistemas cardiovascular (corazón y pulmones) e inmunitario, reduce la tensión arterial y el colesterol, y disminuye el riesgo de diabetes de tipo 2. Aparte de los beneficios físicos, el ejercicio aeróbico también tiene muchos beneficios mentales, como la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión. El fitness aeróbico incluye actividades como caminar, nadar, kickboxing y bailar.
Entrenamiento de fuerza
Una de las mejores formas de aumentar la masa ósea y muscular, el entrenamiento de fuerza trabaja para fortalecer y tonificar tus músculos contrayéndolos contra una fuerza de resistencia. No sólo te harás más fuerte, sino que también aumentarás tu nivel de endorfinas y dormirás mejor. Aunque no tengas pesas ni seas socio de un gimnasio, hay ejercicios sencillos como sentadillas, flexiones y estocadas que puedes hacer en cualquier sitio.
Flexibilidad
Aumentar tu flexibilidad tiene muchos beneficios. Estirarte a lo largo del día mejora tu amplitud de movimiento, ayuda a prevenir lesiones e incluso puede hacerte más fuerte. Estirarse es una forma estupenda de despertarse por la mañana, relajarse antes de acostarse o refrescarse después de hacer ejercicio. Las clases de yoga son una forma estupenda de aumentar tu flexibilidad… ¡y de hacer amigos!