Es fácil dar por sentadas las articulaciones hasta que de repente aparece el dolor. Cuando llega ese dolor articular, completar tareas básicas puede convertirse rápidamente en algo difícil o imposible de realizar. De repente, actividades normales como andar, sentarse o hacer ejercicio presentan retos importantes.
Ejercicio para el dolor articular
Si se aborda correctamente, el seguimiento de los entrenamientos de ejercicio adecuados puede:
- Mejorar la fuerza muscular
- Aumenta la flexibilidad de los tejidos conjuntivos situados cerca de tus articulaciones
- Mejorar la movilidad
El ejercicio también favorece tu capacidad para mantener un peso corporal saludable, lo que ayuda a evitar que tu sistema se vea abrumado por la presión o el estrés. Tanto si estás interesado en tratar el dolor articular como si intentas prevenir posibles dolores en el futuro, ten en cuenta los siguientes ejercicios recomendados por nuestros médicos ortopédicos de Atlanta que pueden ayudarte:
Resistencia natural
Ejercitar todo el cuerpo es excelente para garantizar que cada grupo muscular importante reciba apoyo de forma activa. Si sigues determinados ejercicios que aprovechan el peso natural de tu cuerpo, podrás fortalecer fácilmente las piernas, los brazos, la zona lumbar y los músculos centrales.
Entrenamiento en el agua
La natación y otras formas de entrenamiento acuático son ideales para fortalecer tus articulaciones sin exponerlas a presión o estrés adicionales. El agua permite que tu cuerpo experimente la flotabilidad mientras trabajas para desarrollar el tono y la fuerza. El entrenamiento en el agua también proporciona resistencia adicional, lo que eleva la intensidad de tu programa de ejercicios sin afectar negativamente a tus articulaciones. Si no eres aficionado a la natación, considera la posibilidad de asistir a una clase de aeróbic acuático con amigos o familiares.
Mejora tu fuerza central
Mantener un tronco débil expone a las articulaciones que soportan el peso a cantidades excesivas de tensión y presión. Para garantizar la salud a largo plazo de tus caderas, rodillas y tobillos, es imprescindible que sigas una rutina exhaustiva de ejercicios de fortalecimiento del tronco. Asegúrate de trabajar los abdominales y la zona lumbar haciendo planchas, ejercicios con pelotas de estabilidad, yoga y flexiones.
Camina más a menudo
Una forma fácil de mejorar tu fuerza central es calzarte un par de zapatillas cómodas para caminar y salir de excursión unas cuantas veces por semana. Subir y bajar cuestas y caminar por terrenos naturales ayuda a fortalecer los micromúsculos que contribuyen a mantener sanas las articulaciones. Hacer senderismo o caminar es ideal para quienes tienen caderas sensibles o quieren evitar sobrecargar sus articulaciones. También es una forma alternativa de ejercicio adecuada para quienes desean mejorar su ritmo cardiaco, así como su densidad ósea.