Nuestra salud se ve afectada por diversos factores que interactúan entre sí. Rara vez hay una afección que tenga una causa única y aislada. Por eso puede ser importante identificar la raíz de tus problemas de salud y abordarlos desde ahí. Los síntomas en una zona de tu cuerpo pueden ser el reflejo de un problema que ocurre en un lugar completamente distinto. Muchas personas visitan a un médico especialista en columna verte bral esperando que sólo se ocupe de su dolor de espalda y se sorprenden al saber que su tratamiento puede ayudar también a otros problemas de salud. Así ocurre a menudo cuando el tratamiento quiropráctico mejora la digestión.
La columna vertebral y el aparato digestivo
Muchas afecciones digestivas comunes tienen su origen en la columna vertebral. Una serie de problemas de la médula espinal pueden causar problemas en otras partes del cuerpo. La médula espinal envía señales nerviosas al resto del cuerpo, afectando a su funcionamiento, lo que puede causar problemas digestivos. Entre las cuestiones que pueden provocar estos problemas figuran la compresión discal, las hernias discales o la distensión de ligamentos.
La columna lumbar, o parte baja de la espalda, es especialmente importante aquí. El sacro es especialmente importante en lo que se refiere a la función nerviosa. Los problemas en la parte baja de la columna y el sacro pueden provocar síntomas como estreñimiento, diarrea, hinchazón, gases o mal funcionamiento de la vejiga. Esto ocurre porque la columna lumbar incluye nervios simpáticos y parasimpáticos que conectan directamente con el sistema digestivo, por lo que las interferencias afectan directamente a estos procesos.
Este proceso también puede funcionar a la inversa. Si experimentas tensión en uno de tus órganos digestivos, el órgano enviará un mensaje a tu médula espinal a través de los mismos nervios. El músculo que corresponde a estos nervios puede tensarse, contraerse o desencadenar dolor de espalda.
Causas del dolor lumbar
El dolor en la zona lumbar puede producirse por diversas causas, desde lesiones agudas aisladas hasta afecciones crónicas. Algunas de estas causas pueden indicar que tu zona lumbar está afectada y que tu digestión puede verse afectada.
Distensiones: cuando los músculos o ligamentos de la espalda se estiran o desgarran debido a un exceso de actividad, se trata de una distensión. Puedes notar dolor, rigidez o espasmos musculares.
Lesiones discales – Entre las vértebras hay pequeños discos acolchados que evitan que los huesos rocen entre sí. Cuando uno se sale de su sitio o se rompe, puede presionar contra la médula espinal o las raíces nerviosas, causando dolor. Esto puede ocurrir al levantar peso o torcerse, durante un accidente de coche o a consecuencia de enfermedades degenerativas.
Ciática – Cuando una hernia discal presiona el nervio ciático, que conecta la columna vertebral con las piernas, puede producirse dolor en las piernas y los pies. A menudo se describe como ardor, pinchazos o una sensación de hormigueo que se irradia por la parte posterior de las piernas.
Estenosis espinal: esta afección se produce cuando la columna vertebral se estrecha y se ejerce presión sobre la médula espinal y los nervios raquídeos. La degeneración de los discos suele causar este problema, ya que las raíces nerviosas pueden quedar comprimidas por pequeños espolones óseos o tejido blando. Puedes sentir entumecimiento, calambres o debilidad en todo el cuerpo, sobre todo al andar o estar de pie.
Otras afecciones como la artritis, la fibromialgia, la espondilitis, los problemas de salud reproductiva, la espondilosis, el embarazo o la curvatura anormal de la columna vertebral también pueden contribuir al dolor lumbar.
Tratar la causa raíz
Cuando visites al médico de la espalda con cualquier tipo de dolor, su objetivo será determinar la causa raíz de tu problema y abordar esa cuestión directamente. La conversación inicial en tu primera visita con el quiropráctico versará sobre tus síntomas, historial médico y objetivos. Con esta información, podrán elaborar un plan personalizado para tratar tu dolor a corto plazo y tu salud a largo plazo. Trabajarán para restablecer el sistema nervioso central de tu cuerpo realineando la columna vertebral.
A diferencia de otras soluciones más invasivas, como la medicación o la cirugía, la atención quiropráctica es un enfoque natural del tratamiento. Como se trata de una solución duradera, puede pasar algún tiempo antes de que tus problemas digestivos se resuelvan por completo. Además de los ajustes de la columna vertebral para corregir las desalineaciones, tu quiropráctico también puede hablarte de cambios en el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio, para ayudar a aliviar los síntomas.
Tanto si sufres problemas digestivos como si necesitas un médico de la espalda, Ortopedia AICA trabajará contigo para desarrollar un plan que se ajuste a tus necesidades. Nuestros quiroprácticos pueden trabajar con una amplia gama de especialistas para desarrollar protocolos de tratamiento holísticos que aborden conjuntamente tu salud espinal y digestiva. ¡Llama hoy mismo para programar tu primera consulta y empieza a sentir alivio hoy mismo!