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Dolor de espalda tras la epidural: Causas y tratamientos

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Cuando piensas en el alivio del dolor durante el parto, lo primero que te viene a la mente es la epidural. Es la analgesia más utilizada para aliviar el dolor de las parturientas, ya que ofrece un efecto adormecedor, y suele ser una opción segura y eficaz. Pero algunas personas informan de dolores de espalda que persisten durante días, semanas o incluso meses después de que desaparezca la medicación. Sigue leyendo para saber lo que debes saber sobre el dolor de espalda tras una epidural, por qué se produce y qué puedes hacer para aliviar los síntomas.

¿Qué es la epidural?

La epidural es un procedimiento que consiste en inyectar un medicamento en el espacio que rodea tus nervios raquídeos, conocido como espacio epidural. Según el motivo del procedimiento, este medicamento puede ser un anestésico o un esteroide, pero en ambos casos, el objetivo es proporcionar alivio del dolor o adormecimiento a una región concreta del cuerpo. El uso de analgésicos durante el parto se centra en la mitad inferior del cuerpo.

Las epidurales se consideran una forma de anestesia local porque se administran mientras el paciente está despierto y se centran en una zona determinada del cuerpo. Aunque el uso más habitual de la epidural es el alivio del dolor relacionado con el parto, los especialistas en dolor de espalda también suelen utilizar inyecciones epidurales con corticoides para controlar el dolor.

¿Cómo funciona la epidural?

Las inyecciones de anestesia epidural actúan inyectando medicación en el espacio epidural que rodea la columna vertebral, impidiendo que las señales de dolor viajen al cerebro desde la columna. Este espacio está lleno de líquido y rodea la médula espinal, actuando como una funda líquida para proteger la médula espinal, que es crítica.

La médula espinal es tan importante porque conecta los nervios situados por todo tu cuerpo con el cerebro. Por ejemplo, si te lesionas, el nervio de esa zona del cuerpo está diseñado para enviar una señal de dolor a través de la médula espinal al cerebro y a la espalda. El anestésico epidural actúa adormeciendo temporalmente los nervios raquídeos, bloqueando a su vez las señales de dolor en determinadas regiones de tu cuerpo, dependiendo de en qué parte de la columna vertebral te haya inyectado el profesional la epidural. Según el tipo de fármaco utilizado, la concentración del mismo y la dosis, la epidural puede proporcionar un alivio temporal del dolor o una pérdida temporal completa de la sensibilidad.

Las inyecciones epidurales de esteroides funcionan de forma ligeramente distinta, ya que están destinadas a tratar el dolor crónico y no los usos temporales. En lugar de medicación anestésica, se inyecta un esteroide o corticoesteroide en el espacio epidural que rodea la columna vertebral. El corticoide recubre el nervio o nervios irritados que causan el dolor, reduciendo la inflamación y dando tiempo a los nervios para curarse. Las inyecciones epidurales de esteroides pueden aliviar el dolor de forma temporal, duradera o permanente.

Efectos secundarios de la epidural

La epidural es un procedimiento de bajo riesgo, pero puede conllevar algunos riesgos, sobre todo para quienes padecen ciertas afecciones. Algunos de los riesgos más frecuentes que debes comentar antes de optar por la epidural son:

  • Tensión arterial baja y mareo
  • Dolores de cabeza intens os causados por una fuga de líquido cefalorraquídeo
  • Infecciones, incluido un absceso epidural, discitis, osteomielitis o meningitis
  • Sofocos o erupciones cutáneas
  • Daño en un vaso sanguíneo, hematomas o coágulos
  • Daño nervioso en el lugar de la inyección
  • Pérdida temporal del control de la vejiga y los intestinos

Sin embargo, una de las cosas más comunes que experimenta la gente después de una epidural es dolor de espalda a corto plazo. Suele aparecer sensibilidad y dolor en el lugar de la inyección, que dura un par de días. A veces puede ser difícil distinguirlo de otros dolores de espalda derivados de la experiencia del parto, ya que tu cuerpo empieza a realinearse tras el embarazo. Es raro, pero no imposible, que una epidural cause dolor de espalda crónico o a largo plazo.

Dolor de espalda después del parto

Puede resultar difícil comprender cuánto dolor de espalda se debe a las inyecciones epidurales y cuánto a la experiencia de dar a luz en el mismo periodo de tiempo. Entre los síntomas que suelen citarse en relación con ambos se incluyen:

  • Dolor en el lugar de la inyección
  • Entumecimiento persistente en la espalda
  • Dolor en toda la espalda
  • Problemas de rotación del cuerpo
  • Debilidad de los músculos centrales
  • Dolores agudos al estar sentado o de pie durante mucho tiempo
  • Espalda o caderas inestables

Durante el embarazo, se ejerce una presión extrema sobre la pelvis, que cambia de forma y crece para adaptarse al parto. Inmediatamente después del parto, la pelvis empieza a encogerse de nuevo a un tamaño menor e intenta realinearse, lo que ejerce una presión adicional sobre las articulaciones sacroilíacas. Durante este tiempo, los músculos y ligamentos también intentan repararse. Cuando las mujeres se mueven más o hacen más esfuerzo en el periodo posparto, puede producirse un dolor que se irradia por la espalda.

Si el dolor parece estar relacionado directamente con el lugar de la inyección, o el dolor dura más de unos días, debes buscar atención relacionada con tu epidural. En la mayoría de los casos de dolor tras el parto, un ajuste quiropráctico debería ayudar a tu cuerpo a volver a un nuevo estado de normalidad.

Cómo tratar el dolor de espalda en casa después de una epidural

Dado que puede ser difícil determinar qué dolor de espalda está relacionado con la epidural y cuál con el parto, a menudo se tratan de la misma manera. Muchos remedios caseros ayudan a aliviar este dolor de espalda, además del tratamiento por especialistas en dolor de espalda, como los quiroprácticos.

Masajes

Incluso un simple masaje de un compañero puede ayudar mucho a aliviar los músculos doloridos de la espalda. Pero también se recomienda un masaje profesional. No sólo es una forma de centrarse en las zonas que causan dolor, sino que puede ser un descanso agradable y una forma de incorporar el autocuidado a la rutina posparto.

Terapia de frío y calor

Muchas personas tienden a utilizar calor o hielo para aliviar el dolor, pero lo mejor es alternar entre ambos para minimizar el dolor y las molestias.

Cuando notes que empieza el dolor de espalda, aunque aún estés en el hospital, puedes empezar con terapia de frío. Utiliza una compresa fría, una bolsa de hielo o incluso verduras congeladas sobre la parte baja de la espalda. Asegúrate de envolverlo en una toalla para evitar que entre en contacto directo con la piel desnuda. Puedes hacerlo tantas veces como quieras, pero no más de 20 minutos seguidos.

Tras unos días de terapia con hielo, pasa a utilizar calor para aliviar la espalda. Para ello puedes utilizar una almohadilla térmica, una compresa caliente o un baño caliente. Incluso un calcetín lleno de arroz crudo y metido en el microondas puede ser una forma estupenda de hacerlo.

Descansa

Esto puede resultar difícil si tienes un bebé recién nacido en casa, pero cuanto más puedas descansar la espalda, más suerte tendrás eliminando el dolor de espalda. En este caso, descansar puede significar evitar actividades extenuantes, así como estar tumbada en la cama. Puede ser útil colocar una almohada de apoyo bajo las rodillas cuando estés tumbada para evitar una tensión adicional en la espalda.

Ejercicio

Aunque el reposo es importante, puede que también necesites poner en práctica algún movimiento como forma de reducir el dolor. Los ejercicios de bajo impacto son los mejores y suelen ser los que te autorizarán al principio del periodo posparto. Los ejercicios para el tronco que fortalecen la zona pélvica y el abdomen son buenas opciones, así como el yoga, según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral.

Medicamentos sin receta

Si sientes que el dolor de espalda es difícil de sobrellevar, puedes utilizar un medicamento de venta libre, como el ibuprofeno. Puede que incluso tu obstetra te haya enviado a casa con alguno. Si estás amamantando o tomas algún medicamento prescrito, consulta siempre a tu médico antes de tomar medicamentos sin receta.

Cuándo buscar ayuda profesional para el dolor de espalda

El dolor de espalda que no se remedie fácilmente con estos métodos o que dure mucho tiempo puede requerir ayuda profesional. Los datos de un estudio de 2019 mostraron que el dolor de espalda postparto general suele resolverse a los 6 meses del parto, pero puedes buscar asistencia mucho antes.

Entonces, ¿cuándo requiere el dolor de espalda una visita al médico especialista en columna vertebral? Cualquier síntoma preocupante, como entumecimiento o debilidad en las piernas, empeoramiento del dolor existente o dolores de cabeza, debe comunicarse a un médico o especialista en dolor de espalda.

Según los síntomas que describas y los problemas que aparezcan en las exploraciones diagnósticas, tu médico creará un plan de tratamiento que se ajuste a tus necesidades y estilo de vida.

Fisioterapia

Uno de los primeros tratamientos que puedes buscar es la fisioterapia. Un fisioterapeuta tratará de ayudarte a aliviar el dolor, además de mejorar la movilidad y la postura y enseñarte técnicas para prevenir el dolor en el futuro.

Algunas técnicas que puedes aprender de un fisioterapeuta son:

  • Mantener una postura correcta y evitar encorvarse, especialmente al alimentar o abrazar a tu bebé
  • Ser consciente de cómo te doblas y levantas, utilizando las piernas y no la espalda
  • Hacer ejercicios suaves como movimientos de fortalecimiento de los músculos del suelo de la pelvis
  • Eleva los pies al sentarte
  • Evitar estar de pie durante largos periodos de tiempo, o cuando estés de pie, mantener un pie sobre un taburete bajo para eliminar la presión de la zona lumbar

Además de estos consejos para casa, un fisioterapeuta creará un plan personalizado que combine ejercicios en consulta y otros tratamientos para ayudarte a aliviar el dolor y volver a moverte mejor.

Atención Quiropráctica

En el momento en que tu pelvis y columna vertebral se desplazan y encogen, un quiropráctico podrá ayudar a guiarlas para que lo hagan correctamente, evitando desajustes una vez que se asienten. Esto también puede ayudar a que el proceso avance. Muchos quiroprácticos especializados en el trabajo con embarazadas también trabajan a menudo con puérperas y pueden realizar ajustes diseñados para aliviar o controlar este dolor.

Daños nerviosos por la epidural

En raras ocasiones, el dolor de espalda que experimentes estará directamente relacionado con el proceso de recibir una epidural.

El ejemplo más común es la lesión nerviosa resultante de la propia inyección. Suele afectar a un solo nervio y causar entumecimiento en la piel o debilidad limitada en los músculos, junto con dolor de espalda. También puede haber problemas sensoriales o pérdida de control motor asociados al daño nervioso. En la mayoría de los casos, estos síntomas serán temporales y se resolverán en pocas semanas. Aún más raro es el daño nervioso permanente que provoca la pérdida de uso de una extremidad o la pérdida de control de la vejiga o los intestinos.

Cuando se produce una lesión nerviosa, puede ser consecuencia de una lesión causada por la aguja o el catéter, un coágulo sanguíneo, infecciones o un riego sanguíneo inadecuado.

Si te preocupan las lesiones nerviosas, un neurólogo podrá evaluarte para conocer la causa de tus síntomas y su alcance. Es posible que te hagan una resonancia magnética o una tomografía computarizada, además de estudios de conducción nerviosa. Esto ayudará a orientar un plan de tratamiento para intentar revertir el daño nervioso o prevenir nuevas complicaciones.

¿Qué pasa con las inyecciones epidurales de esteroides?

Quienes utilizan la epidural para tratar el dolor de espalda existente, pueden tener dudas adicionales ante la idea del dolor de espalda como efecto secundario. Dado que se cree que la mayoría de los dolores de espalda están relacionados con el embarazo y el parto, el riesgo es mucho menor en estos casos.

Sin embargo, estas inyecciones no están exentas de riesgos. Muchas personas experimentan náuseas, dolores de cabeza, mareos, sofocos o ansiedad como consecuencia del procedimiento. Son de corta duración y no suelen requerir más tratamiento que una bolsa de hielo.

Cualquier posible dolor de espalda relacionado con estas inyecciones estaría relacionado con el propio lugar de la inyección. Por este motivo, es importante que acudas a un proveedor de confianza cuando busques inyecciones epidurales de esteroides. Ellos podrán administrar el tratamiento de la forma más cuidadosa posible para reducir el riesgo de cualquier problema en el lugar de la inyección que pudiera causar complicaciones nerviosas.

Tanto si has dado a luz recientemente como si buscas expertos en inyecciones epidurales de esteroides, Ortopedia AICA cuenta con personal dispuesto a ayudarte. Nuestros fisioterapeutas y quiroprácticos trabajan a diario con mujeres embarazadas y puérperas y diseñarán planes específicos para tus necesidades.

Fuentes

https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/9639-headaches

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6681359/

https://www.nhs.uk/conditions/epidural/side-effects/

https://www.nccih.nih.gov/health/yoga-what-you-need-to-know

 

Reseñas

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