El sistema circulatorio de tu cuerpo es el que transporta la sangre por todo tu organismo. La sangre lleva consigo oxígeno y nutrientes que ayudan a tu cuerpo y te mantienen sano. Cada vez que late el corazón, es una señal de que la sangre recorre tu cuerpo desde el centro del pecho hasta las manos y los pies. Si experimentas una circulación sanguínea deficiente, suele estar relacionada con otro problema de salud. Por eso es importante tratar la causa subyacente de un síntoma como la mala circulación, para que puedas curarte y recuperarte totalmente. Habla con tu médico ortopédico sobre tus síntomas de mala circulación y sigue averiguando qué causa los problemas de circulación y qué tratamientos hay disponibles.
Síntomas de mala circulación
Cuando la sangre no bombea eficazmente por tu cuerpo y no aporta el oxígeno y los nutrientes necesarios, puede provocar algunos síntomas molestos. Los síntomas más frecuentes de mala circulación incluyen un dolor punzante o punzante que suele producirse en las extremidades, como los brazos, las manos, las piernas y los pies. Además de experimentar dolor en los pies o en esas otras zonas, también puedes notar calambres musculares y debilidad. Otros signos y síntomas de mala circulación son el hormigueo y el entumecimiento en la zona, que pueden irradiarse a otras partes del cuerpo. Las distintas enfermedades que provocan mala circulación también pueden tener síntomas adicionales que hacen que esas enfermedades afecten a tu cuerpo de otras formas únicas.
¿Cuáles son las causas de los problemas de circulación?
La mala circulación puede estar causada por diversos problemas de salud, como los siguientes:
Coágulos sanguíneos
Se habla de coágulo cuando el flujo sanguíneo está parcial o totalmente bloqueado. Cuando la sangre no llega eficazmente a su destino, puede producirse una mala circulación sanguínea e incluso problemas de salud peligrosos. Puedes desarrollar un coágulo sanguíneo en las extremidades externas, como un brazo o una pierna, que luego se desplaza por el cuerpo y acaba en el corazón o los pulmones. Un coágulo sanguíneo en el corazón o los pulmones puede acabar provocando una enfermedad grave, como un ictus, que puede poner en peligro la vida.
Varices
Las varices son venas grandes que suelen encontrarse en la parte posterior de las piernas. Puedes notar venas grandes y elevadas que sobresalen y se ven visiblemente bajo la piel. Las varices están causadas por un problema en las válvulas del corazón e indican que la sangre no puede circular por las venas con la misma eficacia. La mala circulación asociada a las varices es hereditaria, y tienes mayor riesgo de desarrollarlas si tienes antecedentes familiares, eres mujer o luchas contra el sobrepeso.
Diabetes
La diabetes se asocia más comúnmente a problemas de regulación del azúcar en sangre, pero también puede afectar a la circulación de tu cuerpo. La diabetes puede causar calambres en las piernas, caderas y nalgas, e incluso puede provocar una disminución de la sensibilidad y la sensibilidad en las extremidades. También corres mayor riesgo de padecer hipertensión arterial y enfermedades cardiacas si tienes diabetes.
Enfermedad de Raynaud
La enfermedad de Raynaud es un problema de salud que puede hacer que tengas las manos y los pies crónicamente fríos. Esta enfermedad hace que las arterias de los dedos de manos y pies se estrechen, lo que restringe el flujo sanguíneo en estas zonas. La mala circulación sanguínea causada por la enfermedad de Raynaud también puede afectar a otras partes del cuerpo y es más frecuente en las mujeres.
Enfermedad arterial periférica
La arteriopatía periférica es una enfermedad que afecta principalmente a las arterias y vasos sanguíneos que hacen circular la sangre hacia las piernas. La mala circulación en las piernas puede deberse a la arteriopatía periférica y a la acumulación de placa en tus arterias y vasos sanguíneos. Esto puede restringir el flujo sanguíneo a las piernas y los pies, provocando dolor, hormigueo, entumecimiento e incluso lesiones nerviosas y tisulares.
Opciones de tratamiento de la mala circulación
Tu médico ortopédico querrá diagnosticar la causa subyacente de tu mala circulación para elaborar un plan de tratamiento personalizado para ti. El tratamiento de la mala circulación puede incluir una combinación de técnicas para aumentar tu circulación y reducir las obstrucciones o coágulos que puedan afectar negativamente a tu circulación sanguínea. Acude a tu médico en cuanto empieces a experimentar síntomas de mala circulación, porque puede dar lugar a problemas de salud que deben tratarse de inmediato.
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