Muchas personas que sufren dolor de cuello desarrollan el hábito de “crujir” o hacer estallar el cuello para aliviar este dolor y esta presión. Si alguna vez has hecho esto, puede que también hayas oído decir que es peligroso y debe evitarse. ¿Qué dicen los quiroprácticos? Aunque crujirse el cuello no siempre es peligroso, normalmente debe hacerlo un profesional como parte de los planes integrales de tratamiento del dolor de cuello. Comprender por qué cruje tu cuello y por qué sientes alivio también puede ayudarte a determinar los siguientes pasos adecuados en tu tratamiento.
Por qué se te agrieta el cuello
El chasquido que oyes cuando te rompes el cuello no tiene nada que ver con los huesos, sino que es un proceso conocido como cavitación. Tus articulaciones contienen líquido sinovial, que las lubrica y permite el movimiento, pero también puede acumularse y formar burbujas de gas en los espacios. Estas burbujas de gas provocan sensaciones de dolor o presión que te hacen crujir el cuello cuando se liberan. El sonido que oyes es la liberación de estos gases y el estallido de las burbujas. La cavitación no es peligrosa y no debe ser dolorosa, pero suele producir alivio.
En algunos casos, el ruido de chasquido también puede deberse al movimiento de los tendones y ligamentos del cuello, lo que puede ser más peligroso. Afecciones como la artritis y las lesiones también pueden causar ruidos, así como otros síntomas como hinchazón o dolor al crujir. Si éste es el caso, debes acudir al médico.
¿Debería romperme el cuello?
Crujirse el cuello no es intrínsecamente peligroso, pero tampoco es probable que resuelva el problema subyacente que causa tu dolor. Si sientes la necesidad de crujirte el cuello de forma constante, puede ser señal de que hay una desalineación en la columna cervical u otra afección que causa dolor y acumulación de gases. Aunque el crujido aliviará temporalmente estos síntomas, es probable que vuelvan rápidamente, ya que el problema sigue presente.
Aunque crujirse el cuello ocasionalmente es seguro, repetir la acción a lo largo del tiempo puede conllevar algunos riesgos. Si no te crujes el cuello correctamente, puedes provocar dolor agudo en la columna y el cuello, estirar los ligamentos o dañar las vértebras por desgaste. Ciertas afecciones, como la escoliosis, también pueden agravarse cuando te crujes el cuello.
Nunca te rompas el cuello si notas mareos o desmayos, entumecimiento alrededor de la cabeza o dolor repentino en el pecho con dificultad para respirar.
Consejos de seguridad para partirte el cuello
Si sientes dolor o te crujes el cuello repetidamente, lo primero que debes hacer es pedir cita con un quiropráctico para que investigue la causa de tus síntomas. Mientras esperas tu cita, es mejor evitar crujirte demasiado. Si necesitas hacerlo, sigue el siguiente procedimiento para garantizar tu seguridad.
Empieza estirando el cuello, mirando hacia abajo y luego hacia arriba lentamente varias veces. Túmbate boca abajo en el suelo y cruje el cuello colocando un rodillo de espuma bajo él, moviendo el cuerpo hacia arriba y hacia abajo. No te agarres la cabeza y la mandíbula para retorcer el cuello en su sitio, ya que puede ser peligroso si lo haces con demasiada fuerza o en un ángulo incorrecto.
Nunca te rompas el cuello dos veces seguidas. El cuello tarda unos 20 minutos en volver a su posición original después de ser agrietado, y no debes intentarlo antes de ese tiempo. Si el problema es el gas, no se habrá acumulado de nuevo en este lapso de tiempo, por lo que la necesidad de hacerlo indica otro problema más grave.
¿Me rompen el cuello los quiroprácticos?
Cuando visitas al quiropráctico para el tratamiento del dolor de cuello, es posible que oigas sonidos parecidos a los que oyes cuando te rompes el cuello. Durante un ajuste, puede producirse una liberación de los mismos gases en las articulaciones que causan esos sonidos. Sin embargo, algunos de los sonidos son creados por otras manipulaciones de la columna vertebral que ayudan a ponerla en alineación. Incluso puedes sentir esos “chasquidos” durante el ajuste, que pueden parecer repentinos y sobresaltarte, aunque no suelen ser dolorosos.
Los intentos de ajuste nunca deben hacerse por tu cuenta. Sólo los quiroprácticos están capacitados para proporcionar un cuidado excepcional de la columna vertebral. En AICA Ortopedia, nuestros quiroprácticos te harán un examen físico completo para determinar si fisurarte el cuello puede ser seguro y qué otros tratamientos son los más adecuados para aliviarte. ¡Ponte en contacto con nosotros hoy mismo para tu primera cita!