Una vez que empieces la fisioterapia, determinarás una serie de objetivos para tu movimiento y tu salud hacia los que trabajar. Tanto si te estás recuperando de una lesión, curándote tras una intervención quirúrgica o simplemente tratando un dolor crónico, la fisioterapia puede ayudarte a volver a la vida de siempre. Aunque la mayoría de la gente está ansiosa por que esto ocurra rápidamente, la fisioterapia es un proceso que requiere tiempo y compromiso para ver adecuadamente los beneficios. Sin embargo, hay cosas que puedes hacer para sacar el máximo partido a tu programa. Sigue estos consejos para obtener mejores resultados y una curación mejor y más rápida.
Sé comunicativo
Puede ser difícil describir el tipo de dolor que sientes y su intensidad, ya sea dolor de espalda, de cuello o de otro tipo. Estas medidas son objetivas y pueden ser interpretadas de forma diferente por distintas personas. Sin embargo, cuanto más exactamente puedas describirlo, más información podrá tener de partida tu fisioterapeuta. Antes de iniciar la sesión, tómate un momento para cerrar los ojos y concentrarte en tu dolor, pensando en cómo se siente y cómo puedes calificarlo en la escala tradicional de dolor del 1 al 10.
Cuando hables con tu médico, es importante que entiendas tu diagnóstico y los planes de tratamiento que te proponga. Comprenderlo todo te ayudará a tener éxito, ya que podrás tener una visión “global” de lo que pueden suponer las próximas semanas o meses. No tengas miedo de hacer preguntas si no entiendes algo, de modo que tengas toda la información que necesitas para alcanzar tus objetivos. Comprender por qué y cómo se te han prescrito determinados tratamientos puede hacerte más eficaz.
Prepárate
Una de las formas más importantes de aprovechar al máximo tus sesiones de fisioterapia es aprovechar al máximo tu tiempo, lo que significa que debes llegar a tiempo. Asegúrate también de llevar ropa que te permita moverte sin sobrecalentarte. Piensa en lo que te pondrías para ir al gimnasio: ropa transpirable y holgada que te permita acceder fácilmente a la parte del cuerpo lesionada.
También es posible que tengas muchas preguntas que hacer: cuál es tu rutina de ejercicios, cuántas repeticiones necesitas, qué dolor puedes esperar, etc. Venir preparado con preguntas puede ayudarte a recordar lo que querías preguntar. También puede ser útil pedir material para llevarte a casa en el que se expongan los ejercicios, para que estés preparada para hacerlos en casa.
Sé diligente
Es probable que te pidan que hagas ejercicios en casa como parte de la fisioterapia. Por desgracia, tu casa puede resultar más difícil que un espacio dedicado a ello en la consulta del médico. Puede que tengas distracciones o un espacio poco ideal, y puede que te sientas menos motivado. Sea como sea, hacer los ejercicios en casa es muy importante: no debes hacer ni más ni menos de lo que te han dicho. Asegurarte de que te lo propones y creas una rutina, aunque sea difícil, forma parte de tu curación.
Sé prudente
Tras unas cuantas sesiones, puedes empezar a sentirte mejor. Esto puede hacer que resulte tentador volver a los niveles normales de actividad. Pero debes tener cuidado y comentar cualquier nueva actividad con tu fisioterapeuta. Asegúrate siempre de seguir el consejo de tu médico por encima de cualquier otra persona, y no te dejes engañar por los primeros efectos de la terapia. Aún necesitas tiempo para curarte y confía en que volverás a tus niveles de actividad anteriores cuando sigas la rutina.
Sé saludable
Hacer fisioterapia es un gran comienzo hacia la salud y el bienestar. Pero es sólo un paso, y tienes que asegurarte de que cuidas de tu cuerpo de otras formas para apoyar la terapia. Mantenerte hidratado, ser tan activo como te recomiende el médico y seguir una dieta equilibrada es importante durante la terapia. Una de las ventajas de la fisioterapia es que aborda la raíz del dolor, lo que te permite evitar la sobremedicación y otras formas poco saludables de afrontar el dolor.
Que te traten bien
Elegir al fisioterapeuta adecuado puede marcar la diferencia. Visitar a un fisioterapeuta para tratar tus lesiones tiene muchas ventajas. En Ortopedia AICA, nuestros fisioterapeutas no sólo son expertos en la materia, sino que trabajan con otros especialistas, desde quiroprácticos a neurólogos, para asegurarse de que tu plan de cuidados sea totalmente integral.
Cuando acudas a Ortopedia AICA, un fisioterapeuta te ayudará a diseñar un plan de tratamiento que satisfaga tus necesidades y objetivos, y te guiará para asegurarse de que comprendes el protocolo y lo que puedes esperar. Para comenzar tu terapia física, ponte en contacto con Ortopedia AICA hoy mismo.