Si una de tus rodillas está dolorida, es probable que te esté causando molestias e incluso podría estar interfiriendo en tus actividades cotidianas. El dolor de rodilla es una razón muy común para que la gente visite a un médico de rodilla
debido a lo integrales que son nuestras articulaciones de rodilla para movernos a lo largo del día y sostener nuestro cuerpo. Sentarse y levantarse es algo en lo que apenas piensas hasta que te duele la rodilla y entonces eres mucho más consciente de cómo se ven afectados estos movimientos habituales.
Aquí tienes cinco formas de ayudar a curar tu rodilla dolorida.
Utiliza la técnica “RICE
“RICE” es una forma útil de recordar cuatro pasos que puedes seguir para ayudar a tu cuerpo a curarse tras una lesión por accidente de coche o una lesión relacionada con el deporte por un entrenamiento muy extenuante. La “R” de “RICE” se refiere al reposo. Lo primero que debes hacer es descansar la rodilla dejando de hacer ejercicio o reduciendo al mínimo la cantidad de paseos que sueles hacer. La “I” se refiere al hielo, y tanto si tienes una bolsa de hielo como una bolsa de guisantes congelados, aplicar temperatura fría en la zona ayuda a reducir la hinchazón de la zona. La “C” se refiere a la compresión, es decir, envolver suavemente la rodilla con una venda o algo similar, que también ayuda con la hinchazón. Por último, la “E” se refiere a la elevación, lo que significa que debes elevar la rodilla siempre que estés sentado o tumbado. Estos cuatro pasos ayudan a reducir la hinchazón y deben realizarse en las horas y uno o dos días posteriores a la lesión.
Estabiliza la rodilla
En los días y semanas posteriores a cualquier lesión común de rodilla, es probable que sigas sintiendo dolor incluso cuando empieces a curarte. Sin embargo, aunque el dolor y las molestias no sean tan evidentes, eso no significa que la rodilla se haya curado del todo. De hecho, es importante estabilizar la rodilla para que no recaiga todo tu peso sobre ella ni corras el riesgo de volver a lesionarte la zona. Hay varias formas de estabilizar la rodilla, dependiendo de la gravedad de la lesión y de cómo afecte a tu día a día. Para una lesión leve con hinchazón y dolor, puedes utilizar una rodillera para ayudar a estabilizar la zona. En el caso de una lesión más moderada o grave, una ayuda para caminar, como una muleta o un bastón, puede aliviar la tensión sobre la rodilla y mantenerte en movimiento.
Haz ejercicio con seguridad
Aunque es importante que descanses la rodilla para ayudar a disminuir o evitar la inflamación inmediatamente después de la lesión, sigue queriendo someterla a movimientos seguros en los días y semanas posteriores a la lesión. Si descansas demasiado, tus músculos pueden debilitarse y puedes sentir rigidez en la rodilla cuando intentes hacer incluso tareas normales. Hay una serie de ejercicios seguros que puedes probar y que seguirán apoyando la rodilla al tiempo que ayudan a fortalecer los músculos y fomentan la flexibilidad. Las actividades acuáticas, como la natación y el aeróbic acuático, son excelentes ejercicios de bajo impacto para todo el cuerpo, porque obtienes los beneficios de un ejercicio cardiovascular sin la tensión adicional para las articulaciones. Los estiramientos y el yoga también son ejercicios habituales después de una lesión para ayudar a estimular el flujo sanguíneo, fortalecer los músculos y aumentar la flexibilidad.
Evita las actividades de alto impacto
Algunos ejercicios deben evitarse, especialmente los de mayor impacto, porque podrían incluso lesionar aún más tu rodilla. Cuando sufres una lesión de rodilla, quieres asegurarte de que tu rodilla se mantiene estable, y los ejercicios más bruscos que ejercen una tensión repetitiva sobre las articulaciones de la rodilla, como correr, pueden ser arriesgados. Además, cuando la rodilla se está curando de una lesión, es posible que no puedas participar en actividades normales, como los deportes colectivos o las clases de spinning. Una rodilla dolorida que aún se está curando de una lesión es más inestable de lo normal y participar en actividades de alto impacto no sólo puede provocar una nueva lesión en la rodilla, sino también una caída que podría causar lesiones en otra parte.
Visita al médico de la rodilla
Aunque estas técnicas suelen ser formas beneficiosas de ayudar a una rodilla dolorida desde casa, debes hablar con un médico sobre cualquier dolor o molestia que experimentes y que interfiera en tu vida diaria. Un médico especialista en rodillas puede explicarte ejercicios específicos y estabilizadores de rodilla que funcionen para tu cuerpo y tu lesión concreta. Tu médico también puede hacerte pruebas para obtener un diagnóstico preciso y elaborar un plan de tratamiento completo. El dolor de rodilla y las lesiones de rodilla suelen ser muy tratables, pero conviene que te trate un profesional para asegurarte de que una lesión leve no empeora ni te causa dolor y molestias crónicos. Los médicos de rodilla de Ortopedia AICA tienen los conocimientos y la experiencia necesarios para diagnosticar y tratar todo tipo de lesiones y problemas de rodilla, así que llámanos para concertar tu cita hoy mismo y empezar a trabajar.