Nadie quiere padecer dolor de espalda crónico, pero tampoco quiere someterse a intervenciones quirúrgicas ni tomar medicación para tratar el dolor. Afortunadamente, hay una serie de cambios en el estilo de vida que puedes hacer para prevenir el dolor de espalda. Si la causa subyacente de tu dolor de espalda es bastante leve, un especialista en columna vertebral puede ayudarte a hacer estos cambios en tu estilo de vida para evitar la cirugía y la medicación. He aquí algunos de estos cambios habituales en el estilo de vida que puedes hacer para evitar el dolor de espalda y evitar que se desarrolle o empeore.
Ejercicio
Hacer ejercicio, especialmente ejercicios y estiramientos que trabajen los músculos centrales y de la espalda, es una de las mejores formas de prevenir el dolor de espalda. Al fortalecer los músculos que sostienen la columna vertebral, tu espalda podrá soportar mejor el exceso de trabajo. Tendrás menos probabilidades de lesionarte los músculos al agacharte o levantar objetos pesados. Hacer ejercicio también ayuda a que circule sangre oxigenada a las partes dañadas de la espalda, mejorando el proceso de curación.
Sin embargo, debes tener cuidado de no excederte en tus entrenamientos hasta que hayas desarrollado músculo. Puede ayudarte trabajar con un entrenador para saber con qué tipos de ejercicios debes empezar y cuándo debes pasar a actividades más difíciles. Si has tenido una lesión o sientes mucho dolor al hacer ejercicio, puede ayudarte empezar a ejercitarte en la piscina. El agua ayuda a eliminar parte de la presión de tu cuerpo, al tiempo que proporciona una resistencia adicional que ayuda a desarrollar los músculos.
Sigue una dieta sana
Llevar demasiado peso puede someter a tu espalda a una tensión excesiva. Cambiando tu dieta para centrarte más en comer cosas sanas, puedes perder algunos kilos y reducir esta tensión. Llevar una dieta sana baja en grasas y azúcares también puede ayudar a reducir el riesgo de inflamación. La inflamación de los músculos que rodean la columna vertebral puede provocar dolor de espalda y aumentar el riesgo de lesiones.
Abandona los malos hábitos
Hay una serie de malos hábitos que puedes abandonar y que te ayudarán a mejorar tu salud. Fumar hace mucho daño a tu cuerpo, incluida la espalda. Comer en exceso, sobre todo ingerir demasiados tentempiés azucarados, como ya se ha dicho, también es un mal hábito. Beber en exceso, no dormir lo suficiente y estar sentado durante horas sin levantarte para estirarte y moverte pueden contribuir al dolor de espalda y a otras dolencias que afectan a la espalda. Si abandonas estos malos hábitos, verás que no te duele tanto, y además muchos otros problemas relacionados con la salud pueden volverse menos graves o desaparecer por completo.
Aprende a elevar correctamente
Mucha gente se inclina y levanta con la espalda cuando coge algo del suelo, pero esto puede provocar fácilmente un tirón muscular u otros daños. En lugar de eso, es importante acordarse siempre de levantar con las piernas. Hacerlo así no sólo evita daños en la espalda, sino que también ayuda a centrar el cuerpo, por lo que es menos probable que te caigas. Si también te resulta difícil levantar con las piernas debido a una lesión de rodilla, quizá debas considerar la posibilidad de utilizar una herramienta de agarre para objetos ligeros y buscar ayuda para levantar objetos más pesados.
Atención Quiropráctica
Visitar a un quiropráctico para que te manipule la columna vertebral puede reducir el dolor si tienes una desalineación. A veces, basta con una o dos visitas, pero otras veces, puede que necesites visitar a un quiropráctico una vez al año más o menos para que te alinee. Asegurarte de acudir al quiropráctico con la regularidad necesaria es un cambio de estilo de vida que sin duda debes hacer.
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