Cuando sufres cualquier tipo de dolor o lesión de espalda, visitar a un quiropráctico debe ser tu primera medida. Los quiroprácticos adoptan un enfoque natural y seguro para cuidar la columna vertebral, centrándose en mantenerla correctamente alineada para que el sistema nervioso pueda funcionar de forma óptima y mantener el cuerpo sano. Normalmente, los quiroprácticos pueden utilizar ajustes suaves de la columna para restablecer la alineación, trabajando a veces con fisioterapeutas. Pero en algunos casos, los quiroprácticos pueden recomendarte que busques“cirujanos ortopédicos cerca de mí” para encontrar alivio. Normalmente, esto sólo ocurrirá cuando las afecciones se agraven o no respondan a otros tratamientos. Sigue leyendo para ver algunas razones por las que un quiropráctico puede remitirte a cirugía.
Problemas de disco
Tu columna vertebral está formada por vértebras apiladas unas sobre otras, y entre estas vértebras óseas hay almohadillas gomosas y blandas que evitan que los huesos provoquen fricción. Durante una lesión, estos discos pueden salirse de su sitio, lo que hace que presionen fuertemente contra los nervios raquídeos y afecten a su función, provocando a menudo dolor. Incluso sin un traumatismo, estos discos empiezan a degenerarse a medida que envejecen con nosotros, lo que puede provocar problemas similares. Cuando un disco está abultado, herniado o roto, puedes experimentar dolor intenso y problemas para utilizar la espalda y las piernas. Muchos de estos problemas pueden resolverse con cuidados quiroprácticos regulares, pero en casos graves puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Un cirujano ortopédico cerca de ti puede realizar una discectomía, en la que se extirpa la parte herniada de un disco, aliviando la irritación e inflamación del nervio comprimido. A menudo, esto también implica extirpar una parte de las vértebras para facilitar el acceso al disco afectado.
Cuando un disco se lesiona o degenera más allá de este tipo de reparación, pueden remitirte a una fusión vertebral o a recibir discos artificiales. Para detener el movimiento doloroso entre vértebras, éstas pueden conectarse permanentemente, añadiendo estabilidad a la columna y reduciendo el movimiento. Algunos médicos colocan discos artificiales entre las vértebras, pero se trata de una tecnología más reciente que no siempre es tan eficaz como la fusión espinal tradicional.
Estrechamiento del canal raquídeo
La artritis que aparece en la espalda puede provocar la creación de espolones óseos en tu columna vertebral. Este crecimiento excesivo de hueso suele afectar a las articulaciones cerca de la parte posterior de la columna vertebral, estrechando el espacio disponible para que los nervios pasen a través de las aberturas de tu columna. Puede producirse un estrechamiento similar cuando alguien padece estenosis espinal, en la que el espacio se reduce gradualmente con el tiempo sin el crecimiento de espolones óseos. Ambos casos pueden provocar dolor, ya que los nervios quedan comprimidos e inhibidos al perder espacio para moverse.
Cuando se produce este problema, una intervención quirúrgica habitual es la laminectomía, en la que se extirpan porciones de vértebras para dejar espacio a los nervios como forma de descompresión vertebral. A menudo, esto puede implicar también la extirpación de ligamentos y espolones óseos que contribuyen al estrechamiento. Una vez eliminadas estas barreras, el canal raquídeo se ensancha y puede liberarse la presión nerviosa, lo que provoca menos dolor. La descompresión vertebral también puede producirse cuando se extirpa por completo un disco vertebral en una discectomía, o en un procedimiento conocido como foraminotomía. En este último caso, se amplía la abertura de las vértebras que permite el paso de los nervios.
Escoliosis
Una curvatura anormal y lateral de la columna vertebral se conoce como escoliosis y se da en aproximadamente el 3% de la población estadounidense. La inmensa mayoría de las personas con escoliosis pueden utilizar los cuidados quiroprácticos para controlar el dolor y evitar que la curvatura empeore; sin embargo, en casos graves, puede ser necesaria la cirugía. Cuando esto ocurre, puede realizarse una forma de fusión vertebral que realinea la columna vertebral de forma más recta, permitiendo que los huesos se curen y fusionen en una posición mejor. Dado que la escoliosis suele empeorar con el tiempo, puede ser importante hacer revisiones periódicas y asegurarse de que el trastorno no se ha agravado tanto como para necesitar cirugía.
Tomar la mejor decisión
El objetivo de un quiropráctico es siempre reducir el dolor y mejorar tu calidad de vida, y en la mayoría de los casos, esto puede conseguirse mediante sus ajustes naturales combinados con fisioterapia y tratamiento del dolor. En Ortopedia AICA, nuestros quiroprácticos trabajan para lograr ese objetivo, al tiempo que forman parte de un equipo que incluye cirujanos ortopédicos y otros especialistas. Esta red de profesionales nos permite trabajar con los pacientes para desarrollar los planes de tratamiento más seguros y eficaces para ellos, basados en sus necesidades individuales. Tanto si quieres hablar con un quiropráctico sobre posibles soluciones como si necesitas un cirujano ortopédico experto cerca de ti, ponte en contacto con Ortopedia AICA hoy mismo para tu primera consulta.